La ley de Ohm es uno de las leyes pilares de la
electricidad. Es muy sencilla y es aplicada a la resolución de circuitos de
corriente continua.
La ley muestra la relación entre las tres magnitudes fundamentales de la electricidad:
- la intensidad de corriente (que se mide en amperios),
- la resistencia (que se mide en ohms) y
- la tensión o voltaje existente (que se mide en voltios).
y nos viene algo tan simple como que si queremos más corriente en nuestro circuito, o bien reducimos los elementos que causan resistencia al paso de ella, o bien aumentamos el voltaje que le suministramos.
Esto tan simple de entender se traduce matemáticamente de forma igual de sencilla.
Esto tan simple de entender se traduce matemáticamente de forma igual de sencilla.
o lo que es lo mismo, la corriente que fluye por nuestro circuito es directamente proporcional a la tensión aplicada e inversamente proporcional a la resistencia del mismo.
Si lo representamos gráficamente, en un circuito típico:
si quiero tener más corriente tendré que tener más tensión, y si quiero tener menos, poner una resistencia más grande.
A veces se suele representar esta ecuación de múltiples formas, posiblemente la más simpática es la de tres amigos enfadados, el Sr. Voltio que continuamente empuja al Sr. Amperio y el Sr. Ohmio que no quiere que el Sr. Amperio se mueva. Si os quedais con esta imagen en vuestra mente, jamás se os volverá a olvidar la ley de Ohm.
A fin de cuentas es lo que mismo que ya vimos cuando estuvimos presentando el voltaje con nuestra analogía del depósito de agua
si queremos más corriente, o bien
- tenemos que subir más el depósito, o bien,
- aumentar el grosor del tubo para que salga más agua
lo que traducido al lenguaje electrónico, vendría a ser que, si queremos más corriente eléctrica, o bien
- tenemos que aumentar el voltaje aplicado, o bien
- reducir la resistencia que encuentre en su camino
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