Entre 1969 y 1973,
Dennis Ritchie que trabajaba en los laboratorios Bell, y que le gustaba jugar a un juego llamado Space Travel (desarrollado por su colega Ken Thompson) en
el ordenador central de la compañía, se dio cuenta de que el sistema operativo de la máquina no tenía potencia suficiente para gestionar la red de usuarios y el juego de
forma apropiada. Así que localizó un ordenador sin uso y como
vio que no tenía sistema operativo, decidió diseñarle el suyo propio, más tarde conocido como UNIX. Eran
los inicios de la Era de la Informática.
Simultáneamente y para poder operar con él, diseño un lenguaje simple al que llamó el lenguaje C.
Su nombre proviene del hecho de que es la evolución de otro lenguaje de
programación anterior llamado B. Como se diseñó con el objetivo de que todo elemento del lenguaje se pudiera traducir solo con unas pocas
instrucciones, se convirtió en un lenguaje de programación tan potente
que incluso el propio UNIX se llegó a reescribir en 1972 usando C.
Es un lenguaje simple y multipropósito, que ha
influenciado en otros lenguajes de programación como el C++, Java, etc.
Esta simpleza y su capacidad de acceder directamente a la
memoria física, a las interrupciones del procesador, etc. lo que hace al lenguaje C muy apropiado para procesadores de
cualquier tamaño de 8 a 64 bits, al igual que para sistemas con memoria de
pocos bytes hasta de Teras.
Sus ventajas inmediatas son:
- Ser reducido y fácil de aprender
- Ser independiente del procesador dado que existen compiladores para cada tipo de procesador existente.
- Ser un lenguaje de bajo nivel (esto es que puede gestionar los mismos tipos de objetos que un ordenador), permitiendo interactuar con el hardware muy fácilmente.
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